El Yoga es un camino de evolución. Gracias a la práctica reducimos agitación (Rajas) y pesadez mental (Tamas) para favorecer claridad y serenidad (Sattvas), y una serie de cualidades que potencian nuestro grado de madurez.
Las relaciones a menudo condicionan nuestro estado anímico, no siempre producen el bienestar, la armonía deseable para nuestro equilibrio emocional.
Patañjali, en sus Yoga-Sûtras, recomienda adoptar una serie de actitudes Sáttvicas para orientar de la manera más noble el intercambio relacional.